Este pueblo del País Vasco es el paraíso de los amantes de la comida
La gastronomía de este pueblo refleja la riqueza culinaria del País Vasco
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En el corazón de Guipúzcoa, entre montañas y el mar Cantábrico, se encuentra Tolosa, un pueblo que ha sabido posicionarse como un referente gastronómico en el País Vasco. Famosa por su chuleta a la brasa, esta localidad celebra un mercado semanal, con 760 años de historia, que reúne productos frescos y locales que han sido la base de su tradición culinaria. Desde frutas y verduras en la plaza del Tinglado, hasta encurtidos y conservas en el País Vasco, la autenticidad y calidad de los ingredientes se respira en cada rincón de la villa.
La gastronomía de Tolosa va más allá de los platos típicos. Las alubias, las berzas y el conejo son algunos de los ingredientes que destacan en sus recetas, reflejando la mezcla de tradición e innovación que caracteriza a la cocina local. Los chefs de Tolosa han perfeccionado el arte de combinar lo clásico con lo moderno, creando una oferta culinaria que cautiva tanto a locales como a turistas. Con pintxos, guisos y platos a la parrilla, este pueblo se ha ganado su lugar como un paraíso gastronómico.
Tolosa, un destino gastronómico de primera
En el barrio de San Esteban, se descubrió un asentamiento humano de 9.000 años, caracterizado por restos de sílex que indican que sus habitantes vivían de la caza y la recolección. De la Edad del Bronce, se conservan los dólmenes de Belabieta y Añi, testimonios de las primeras prácticas funerarias en la región.
Durante la Edad del Hierro, hace 2.300 años, surgen los primeros poblados fortificados, como el de Intxur, y la economía se diversifica con la agricultura y la ganadería. La historia de Tolosa adquiere mayor relevancia en el siglo XIII, cuando se convierte en un enclave estratégico entre Castilla, Navarra y Francia. Alfonso X el Sabio le otorgó el título de villa y privilegios a sus habitantes. La ciudad fue fortificada y prosperó, aunque sufrió incendios en 1282 y 1469, siendo reconstruida con nuevas concesiones.
El siglo XV estuvo marcado por conflictos, como el asesinato del recaudador Jacob Gaón, lo que llevó a la intervención del rey Enrique IV de Castilla. Durante la Guerra de las Comunidades, Tolosa apoyó al bando comunero, y más tarde fue ocupada por tropas francesas durante la Guerra de la Convención y la Guerra de Independencia. En el siglo XIX, Tolosa fue temporalmente la capital de Guipúzcoa, y durante la guerra civil de 1872-1876, se convirtió en uno de los centros del carlismo en la región.
Lugares de interés
El Archivo Provincial de Guipúzcoa, construido en 1904 por el arquitecto Cortázar, fue uno de los primeros edificios de hormigón en la región. Desde el siglo XVI, Tolosa albergaba este archivo, antes ubicado en la parroquia.
La Casa Consistorial, edificada entre 1657 y 1672, es de estilo barroco, con una planta baja porticada y balcones de hierro forjado, obra del cantero Juan de Arburola.
El Palacio de Atodo, del siglo XVI, es un edificio renacentista con una fachada de sillería y artísticos balcones forjados.
La Iglesia de Santa María, de 1548, es una imponente estructura gótica con tres naves y columnas que sostienen bóvedas. Su fachada barroca fue añadida en 1761 por Martín de Carrera.
El Convento de San Francisco, construido en 1676, destaca por su planta basilical y el retablo de su altar mayor, además de la capilla de los Antia.
El Palacio de Aramburu, edificado en el siglo XVII, es un claro ejemplo del barroco vasco, con una fachada simétrica y un decorado de sillería.
Platos típicos
Tolosa, una villa guipuzcoana con gran tradición gastronómica, destaca por una serie de platos que capturan la esencia del País Vasco. Entre ellos, las alubias de Tolosa son el plato más representativo. Estas pequeñas alubias negras, cultivadas en las cercanías del río Oria, se cocinan lentamente y se acompañan de chorizo, morcilla y berza.
Otro plato clave es la chuleta a la brasa, una deliciosa carne de vaca vieja, madurada y cocinada a la parrilla con sal gruesa, ofreciendo una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Es un plato indispensable en los asadores tradicionales.
La chistorra, un embutido de cerdo fresco y especiado, también forma parte de la cocina tolosana. Se sirve frita o asada, y es especialmente popular durante las fiestas locales.
Los pintxos, pequeñas porciones sobre pan, también son característicos de la gastronomía de Tolosa. Algunas opciones incluyen la Gilda (guindilla, aceituna y anchoa) y el bacalao a la vizcaína.
Platos como los caracoles a la tolosana, preparados con salsas de tomate o ajo, y el bacalao a la tolosana, cocido lentamente con pimientos y cebolla, completan la oferta gastronómica de Tolosa, combinando tradición y sabor en cada bocado.
Finalmente, en el apartado de dulces, las tejas y cigarrillos de almendra son un complemento ideal para el café.
En definitiva, la gastronomía de Tolosa refleja la riqueza culinaria del País Vasco, destacando por su sencillez y autenticidad.